miércoles, 4 de marzo de 2009

Mi fabula de Polifemo y Galetea

Estuve componiendo un nuevo poema: "Fábula de Polifemo y Galatea", que comienzan así.

Estas que me dictó, rimas sonoras,
Culta sí aunque bucólica Talía,
Oh excelso Conde, en las purpúreas horas
Que es rosas la alba y rosicler el día,
Ahora que de luz tu niebla doras,
Escucha, al son de la zampoña mía,
Si ya los muros no te ven de Huelva
Peinar el viento, fatigar la selva.


Colaboré con un romance a la beatificación de Santa Teresa en Córdoba. Escribí también una serie de villancicos al nacimiento de Jesús y las octavas sacras "Al favor que San Ildefonso recibió de Nuestra Señora" para el certamen poético de las fiestas que el cardenal don Bernardo de Sandoval y Rojas, tío del Duque de Lerma, privado de Felipe III, organizó en la traslación de la imagen de Nuestra Señora del Sagrario a la capilla que fabricó en Toledo.
Edité el "Panegírico al Duque de Lerma" poema extenso de estilo elevado. Trasladé mi residencia a Madrid para desempeñar el cargo de Capellán Real. En 1621 murió en el cadalso mi protector don Rodrigo Calderón dejando un gran vacío en mí.
El 21 de agosto de 1622 fue asesinado en la calle Mayor el Conde de Villamediana. Falleció en Córdoba mi administrador don Cristóbal Heredia, lo que precipitó definitivamente mi regreso . Tuve algunas angustias económicas y los dolorosos avatares de esta terrible época senil los describo en diferentes sonetos, todos ellos descarnados y sombríos.



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